viernes, 1 de octubre de 2010

Julio Cortázar

Su verdadero nombre completo: Julio Florencio Cortazar. Nace en Bruselas el 26 de Agosto de 1914. De padres Argentinos. En 1932 se graduó como maestro de escuela e inició estudios en la Universidad de Buenos Aires los que debió abandonar por razones económicas. Enseñó literatura francesa en la Universidad de Cuyo, Mendoza y renunció a su cargo por desacuerdos con el gobierno. En 1951 se trasladó a París donde trabajó como traductor independiente. En 1938 publicó, con el seudónimo Julio Denis, el libro de sonetos Presencia.

El 12 de febrero de 1984 murió en París, debido a la leucemia que padecía. En su testamento, Cortázar les confió a su amigo personal Saúl Yurkievich -ensayista y poeta argentino- y a su mujer, Gladis Anchieri, su obra inédita para que la publicaran o la destruyeran. Obviamente nada fue destruido ni desperdiciado. La mayoría de ese material apareció en las Obras completas que constan de nueve tomos.

Uno de los autores argentinos que más fue traducido a otras lenguas. Además ha sido considerado por parte de la crítica internacional como prototipo de la literatura argentina moderna. Un hombre que dejó una literatura bella, rebuscada, ma-ra-vi-llo-sa.

Parte de su obra:

Cuentos:

  • La otra orilla (1945).
  • Bestiario (1951).
  • Final del juego (1956).
  • Las armas secretas (1959).
  • Todos los fuegos, el fuego (1966).
  • El perseguidor y otros cuentos (1967).
  • Alguien que anda por ahi (1977).
  • Un tal Lucas (1979).
  • La noche boca arriba
  • Deshoras (1982).
Novelas:
  • Los premios (1960).
  • Rayuela (1963).
  • 62/modelo para amar (1968).
  • Libro de Manuel (1973).
  • El examen (1986). (Escrita en 1950).
  • Divertimento (1986). (Escrita en 1960).
  • Diario de Andrés Fava (1995). Obra Póstuma.
Poesía:
  • Presencia (1938).
  • Pameos y meopas (1971).
  • Salvo el crepúsculo (1984).
Valdría la pena publicar en este blog algunos fragmentos eclipsantes de sus obras, parte de su poesía, pero tal vez con este cuento que personalmente me gusta tanto, podamos vislumbrar mejor lo que fue Cortazar, un enredador de mentes, un apasionado por las letras, un encantador, que enamora, que envuelve y que no suelta, con sus historias y por qué no, con sus enredos como muchos lo llaman.

Apasionado, entregado, un verdadero artista que sabia la magia y las sensaciones que podian producir las palabras en personas que como yo, dedicaran unos instantes, unas horas y también algunos años, en entender sus juegos maravillosos de palabras.

Continuidad de los parques

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.


Enlaces:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cortazar.htm

http://www.mundolatino.org/cultura/juliocortazar/cortazar_1.htm

http://www.patriagrande.net/argentina/julio.cortazar/biografia.htm

http://www.publispain.com/revista/biografia-de-julio-cortazar.htm

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/jc.htm



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